martes, 9 de marzo de 2010

Estadisticas de la violencia

En el 31 % de los casos de violencia doméstica el responsable es ex pareja


Al menos en el 31 por ciento de los casos de violencia doméstica el agresor es la ex pareja de las víctimas, reveló hoy un informe difundido por la vicepresidenta de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Elena Highton de Nolasco.
DIARIOC, 30/09/2009)"Por medio de las estadísticas realizadas hemos corroborado lo que siempre creíamos, que son las mujeres las principales víctimas de la violencia doméstica (82 por ciento)", expresó la ministra.




Las cifras se difundieron en el marco de la firma de convenios de cooperación de la Corte Suprema de Justicia de la Nación con ocho provincias a fin de establecer mecanismos de acceso a justicia frente a tales casos.



A un año de la inauguración de la Oficina de Violencia Doméstica (OVD), más del 75 por ciento de las jurisdicciones del país han firmado convenios de cooperación.



"Casi en un tercio (31%) de los casos de violencia doméstica el agresor es la ex pareja de las víctimas, lo que demuestra que el ciclo de violencia doméstica ni siquiera se rompe con la ruptura del vínculo", advirtió Highton .



Los datos aportados por la ministra surgen de las estadísticas elaboradas por la Oficina de Violencia Doméstica dependiente del Máximo Tribunal.



Al acto, asistieron al acto los ministros de los Tribunales de Justicia de Chubut, Alejandro Javier Panizzi; Daniel Carubia (Entre Ríos); Eduardo Daniel Fernández Mendía ( La Pampa), Graciela Martínez de Corvalán (Neuquén); Alberto Ítalo Balladini (Río Negro); Juan Carlos Caballero Vidal ( San Juan), Roberto Héctor Falistocco (Santa Fe) y María del Carmen Battaini (Tierra del Fuego).



Los acuerdos suscriptos entre la Corte y los superiores tribunales de justicia de los estados provinciales se firmaron en el marco de la labor realizada por el Grupo de Trabajo Federal sobre Violencia Doméstica de la Comisión Nacional de Acceso a Justicia.



Dichos convenios tienen el fin de desarrollar actividades conjuntas de investigación, capacitación, difusión, promoción y elaboración de estadísticas relativas a esta problemática de alcance nacional.



De un informe realizado recientemente por la OVD surgió que en el último año -concretamente, desde septiembre de 2008 hasta la fecha-, la oficina recibió 5942 denuncias y detectó 7299 personas que sufrieron maltratos familiares.



La mayor cantidad de víctimas se registró entre las mujeres (82 por ciento).



El 51 por ciento de los casos correspondió a la franja que va de los 22 a los 39 años; el 17 por ciento, a la comprendida entre los 40 y 49 años; y el 15 por ciento, a niñas menores de edad (de 0 a 18 años).



En el caso de los varones, el porcentaje de afectados alcanzó al 18 por ciento, de los cuales el 61 por ciento correspondió a denuncias que involucran a niños (0 y 18 años).



Los datos permiten determinar asimismo que entre las personas denunciadas, el 84 por ciento de los casos son parejas (esposos, concubinos, novios), y el resto de las relaciones es filial, fraternal, o de otro familiar hasta cuarto grado de parentesco.



La relación entre la cantidad de víctimas y sus barrios de procedencia es la siguiente: Flores figura primero con 483 personas afectadas; le siguen Lugano (354) y Barracas (244), mientras que Palermo y Caballito tienen un nivel similar (cerca de 224).



Respecto del tipo de violencia que se ha observado a través de los casos ingresados en la OVD, la mayor cantidad corresponde a violencia psicológica (89 por ciento).



Le siguen la violencia física (68 por ciento), la económica (30 por ciento) y la sexual (14 por ciento).



El informe aclara que la suma de los porcentajes excede el cien por ciento ya que en un mismo caso pueden observarse diferentes clases de violencia.



Del relevamiento surge también que la gran mayoría de los expedientes fue derivado al fuero civil (4907), mientras que se dio intervención al fuero penal en 3382 casos.



El informe aclara que un mismo legajo puede ser derivado a ambos fueros, en función del tipo de ilícito cometido.



Asimismo, se han derivado 2248 expedientes a asesoramiento jurídico, y 1633 al sistema de salud.



En una determinada cantidad de casos (417), la víctima, luego de haber sido informada y asesorada, decidió no actuar.



Fuente/ 26noticias.com.ar

Terminología de Violencia doméstica

El término «violencia de género», también es frecuentemente utilizado. Sería una expresión menos concreta y que en cierto modo suaviza la verdadera naturaleza de la violencia contra la mujer.[2] Menos concreta porque se referiría a la violencia practicada desde ambos sexos; y, en cierto modo, edulcorada, ya que obvia un factor que no es simétrico, que únicamente es causa en la violencia del hombre contra la mujer: el sentimiento de superioridad y dominación de éste sobre ella y, más extensamente, el machismo. Otro tanto ocurriría con los términos «violencia sexista» y «violencia de pareja».

La expresión violencia de género es la traducción del inglés gender-based violence o gender violence, expresión difundida a raíz del Congreso sobre la Mujer celebrado en Pekín en 1995 bajo los auspicios de la ONU. En el inglés se documenta desde antiguo un uso translaticio de gender como sinónimo de sex,[3] sin duda nacido del empeño puritano en evitar este vocablo. Con el auge de los estudios feministas, en los años sesenta del siglo xx se comenzó a utilizar en el mundo anglosajón el término gender con el sentido de «sexo de un ser humano» desde el punto de vista específico de las diferencias sociales y culturales, en oposición a las biológicas, existentes entre hombres y mujeres.[4] En español las palabras tienen género, mientras que los seres vivos tienen sexo. En español no existía tradición de uso de la palabra género como sinónimo de sexo. Mientras que con la voz sexo se designaba una categoría meramente orgánica, biológica, con el término género se ha venido aludiendo a una categoría sociocultural que implica diferencias o desigualdades de índole social, económica, política, laboral, etc. En esa línea se habla de estudios de género, discriminación de género, violencia de género, etc. Y sobre esa base se ha llegado a extender el uso del término género hasta su equivalencia con sexo.[5]
Los términos «violencia familiar» o «violencia intrafamiliar», en sí comprenden la violencia entre todos los miembros de la familia. Con una importante presencia en Sudamérica, se vienen utilizando desde 1988 y 1993 para referirse a la violencia ejercida contra la mujer en el ámbito de la familia, y más concretamente de la pareja, debido a que frecuentemente la violencia ejercida en este ámbito va dirigida contra la mujer. Sería específica de estos casos, y referida a sucesos de violencia contra la mujer en este ámbito no debería ofrecer dudas. De igual modo, desde 1983 también se utiliza «violencia doméstica» ya que resulta común que la violencia contra la mujer aparezca en el ámbito doméstico.
En todo caso, existen controversias sobre la terminología a usar en los marcos legislativo y penal.
Violencia [editar]Habitualmente este tipo de violencia no se produce de forma aislada, sino que sigue un patrón constante en el tiempo. Los principales sujetos pasivos son las mujeres, niños y personas dependientes. Lo que todas las formas de violencia familiar tienen en común es que constituyen un abuso de poder y de confianza. Dada la complejidad y variedad del fenómeno, es muy difícil conocer sus dimensiones globales.
Cabe añadir que la Dogmática considera de forma unánime que el término violencia se refiere tanto a violencia física como psicológica, considerándose igualmente tanto las lesiones físicas como las psicológicas.
La violencia familiar incluye toda violencia ejercida por uno o varios miembros de la familia contra otro u otros miembros de la familia. La violencia contra la infancia, la violencia contra la mujer y la violencia contra las personas dependientes y los ancianos son las violencias más frecuentes en el ámbito de la familia. No siempre se ejerce por el más fuerte física o económicamente dentro de la familia, siendo en ocasiones razones psicológicas (véase síndrome de Estocolmo) las que impiden a la víctima defenderse.
El síndrome de la abuela esclava es otra forma de maltrato frecuente en el siglo XXI, descrito sobre todo en países hispanoamericanos, que afecta a mujeres adultas con gran carga familiar, voluntariamente aceptada durante muchos años, pero que al avanzar la edad se torna excesiva. Si la mujer no expresa claramente su agotamiento (o lo oculta), y sus hijos no lo aprecian y le ponen remedio